lunes, 20 de septiembre de 2010

Mantenimiento de Discos Duros

                         Limpieza del disco duro
De todos los componentes de una PC, el disco duro es uno de los más sensibles y el que requiere mayor cuidado y mantenimiento. La detección precoz de fallas puede evitar a tiempo un desastre con pérdida parcial o total de información (aunque este evento no siempre puede detectarse con anticipación).

Un disco duro puede presentar diversas anomalías, generalmente corregibles:
• Poco espacio disponible.
• Espacio ocupado por archivos innecesarios
• Clusters o cadenas perdidas (se trata de un espacio aparentemente ocupado en el disco, pero no asociado a ningún archivo o directorio).
• Direccionamiento cruzado de archivos (un espacio del disco es asignado a dos o más archivos).
• Copias 1 y 2 de la FAT no coincidentes (dos copias idénticas de la FAT (File Allocation Table) se mantienen en el disco duro como medida de seguridad, y si se detecta que estas copias no coinciden se emite el mensaje de alarma. Supuestamente el utilitario debe analizar cuál de las dos copias es "la mejor" o la más confiable, pero no siempre sucede).
• Sector de arranque alterado o dañado (por virus, cortes abruptos de energía, descargas eléctricas, o factores relacionados con la edad del disco).
• Sectores físicamente dañados (sus causas principales son: envejecimiento, condiciones ambientales adversas (exceso de humedad, calor, etc.), uso abusivo prolongado, fallo súbito de energía, y golpes).
• Alto porcentaje de fragmentación (durante el uso de una PC existe un ininterrumpido proceso de borrado de archivos e instalación de otros nuevos. Estos se instalan a partir del primer espacio disponible en el disco y si no cabe se fracciona, continuando en el próximo espacio vacío. Un índice bajo de fragmentación es tolerable e imperceptible, pero en la medida que aumenta, la velocidad disminuye en razón del incremento de los tiempos de acceso al disco ocasionado por la fragmentación, pudiendo hacerse notable).
Cuando el espacio libre de un disco se acerca peligrosamente a cero, el Sistema Operativo entra en una fase de funcionamiento errático: se torna excesivamente lento, emite mensajes de error (que en ocasiones no especifican la causa), algunas aplicaciones no se inician, o se cierran después de abiertas, etc. Como factor de seguridad aceptable, el espacio vacío de un disco duro no debe bajar del 10% de su capacidad total, y cuando se llega a este límite deben borrarse archivos innecesarios, o desinstalar aplicaciones que no se usen, o comprimir archivos, o comprar un disco de mayor capacidad :-P
La mayoría de las aplicaciones de Windows generan archivos temporales. Estos archivos se reconocen por la extensión .tmp y generalmente existe uno o varios directorios donde se alojan. En condiciones normales, las aplicaciones que abren archivos temporales deben eliminarlos cuando la aplicación concluye, pero esto a veces no sucede cuando se concluye en condiciones anormales, o Windows "se cuelga"... o por una deficiente programación de la aplicación o simplemente porque es Windows...
Existen otro tipo de archivos que pueden borrarse, y no son temporales: la papelera de reciclaje, la caché de Internet y algunas carpetas que permanecen el disco después que se baja o se instala un programa, entradas no válidas del regedit, listas de archivos usados recientemente y listados de documentos abiertos con extensiones .doc, .pdf, etc, etc.


Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que se trata de un elemento de alta precisión, con unos discos internos que giran normalmente a 7.200 rpm y con unas cabezas lectoras que se desplazan a una gran velocidad a una distancia de los discos que se calcula en micras (una mota de polvo no cabe entre la cabeza y en disco), pero que en ningún momento pueden tocar este, ya que entonces ocurriría lo que se conoce como un aterrizaje de cabezales, con el consiguiente daño tanto para el disco como para el cabezal.
Con todo esto, la primera conclusión que se saca es que no es nada recomendable hacer movimientos bruscos del equipo si este está encendido, ya que hay que tener en cuenta que si bien las cabezas cuando no están leyendo o escribiendo se encuentran en una posición de reposo (en los discos muy antiguos había que aparcar los cabezales), un golpe o movimiento brusco pueden desplazar los cabezales, produciéndose el aterrizaje ya mencionado.
Con los discos externos debemos tener especial cuidado, ya que, aunque esté apagado, un golpe fuerte puede dañar el disco de forma irreparable.

También debemos asegurarnos de que tenga las menores vibraciones posibles, ya que un exceso de vibraciones en el disco duro puede llegar a dañarlo.

 

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